Del 49
Mi abuelo me contó que el sobrevivió
que todos asustados y llorando corrían por las callejuelas.
corrían a ver a sus mujeres e hijos en las casas
en la carrera se escuchaban los gritos
se llaman los padres y los hijos
Mi abuelo me contó que el sobrevivió
Y que en la esquina estaba un pequeñito
Frágil su cuerpecito yacía en el piso
No se podía hacer nada por el
Era el hijo único de los vecinos
Las casas de piedra pishilata en el suelo
Nada importaban,
Eran los ambateños,
las mujer, niños y hombres bajo escombros lo más importante.
Mi abuelo me contó que el sobrevivió
y que mi abuela y el mayor de mis tíos también,
que juntos corrieron a la plaza
para enterarse que la iglesia Matriz
no existía más…
Mi abuelo me contó que el sobrevivió
Y que ayudo durante largos días
a sacar de los escombros a la gente en las ruinas de la iglesia
mi abuelo nunca quiso contarme todo lo que vió
me decía que ese horror sin nombre nadie merecía vivir
y que había cosas tan dolorosas que es mejor no recordar
Décadas han pasado
Ambato resurgió como un fénix
floreció nuevamente, bella, cosmopolita
Nuestros ancestros la levantaron.
Yo quisiera poder contarle a mi abuelo
que Ambato aún sigue floreciendo
aunque cada vez que tiembla
nuestra memoria con angustia aguarda
el segundo remezón.
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