La voz del invisible

El asfalto es mi estera
un papel viejo y arrugado el abrigo
harapos mugrientos y zurcidos
son todo mi vestido,
yo te veo pasar y escucho
día a día tus quejidos.

Así por la calle vas
quejándote por el desempleo
pero trabajas
quejándote por el hambre
después de limpiarte la comida de la boca
quejándote de la indiferencia
cuando le pisas la mano al niño que lustra tus botas

Me pregunto día a día
el no tener nada ha cambiado mi sentido de las cosas
o las cosas han cambiado el sentido de tu vida.



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