Fogata

Ahí en la cima estoy
de pronto tus manos me sostienen
dulces tenazas en cintura… 

Pero yo te veo abajo
exhausto
no puedo dejarte ahí
me aferro a tus hombros como un águila a su presa
los vientos del sur y 
auroras boreales.

No el amor de ese que hablan
es fuerza de la tierra, del mar, del fuego
del fuego de tus pasiones y las mías.

Yo te veo subiendo.
y en una vuelta me alcanzas
siento tu abrazo, siento y te siento.

De nuevo que corremos al abismo, al mar, al fuego
si, bendito fuego y bendito mar.



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